Aprendamos sobre chocolate

¿Qué tipo de chocolate es apto para la elaboración de bombonería fina? 

En bombonería fina se utiliza como principal materia prima la Cobertura de Chocolate, producto cuya materia grasa es la manteca de cacao, que requiere de un proceso previo al moldeado para estabilizarla, y se conoce como templado.
En Marrón, usamos solamente chocolate de cobertura fina de primera calidad, lo que nos permite brindar chocolates de excelente presentación, sabor y aún más importante con grandes beneficios para la salud de nuestro cuerpo y nuestro espíritu.  

¿Cuál es la diferencia entre el chocolate de cobertura fina y el chocolate para repostería que se consigue en las pastelerías y almacenes de cadena?
El chocolate de repostería usa como materia grasa, aceite vegetal hidrogenado, (probablemente en la etiqueta bajo ingredientes figure como: AVH).
Puede resultar tentador usarlo pues no requiere templado y además tiene un precio inferior, pero obviamente la calidad final del producto no será la misma, su disolución en el paladar y sabor final es muy inferior a una buena cobertura, además de las implicaciones adversas que tienen para la salud usar grasas hidrogenadas que son las responsables de problemas coronarios y de peso.

¿Qué variedades de chocolate de cobertura existen el mercado? 
Hay muchas variedades de coberturas, algunas de las que se encuentran son las siguientes:
  • Chocolate de leche: Elaborado con cacao en polvo, manteca de cacao, azúcar y leche.
  • Chocolate blanco: Elaborado con manteca de cacao, leche y azúcar, puede contener también: lecitina de soja, (como emulsionante), y esencia de vainilla, para realzar el sabor.
  • Chocolate semiamargo: Está elaborado con manteca de cacao, cacao en polvo y azúcar, no contiene leche, de allí su color y su sabor fuerte y amargo.

¿Qué es el atemperado del chocolate?

Atemperar, o estabilizar los cristales de la manteca de cacao, es un proceso de calentar, enfriar y volver a elevar la temperatura del chocolate cobertura.
Al realizar el templado logramos que los cristales se fundan y unan, y el resultado final es un chocolate con brillo, que resiste más temperatura y es quebradizo al corte.

¿Cómo evaluar un buen chocolate? 

Para evaluar un buen chocolate debemos hacer uso de todos nuestros sentidos, se empieza con la vista, luego se utiliza el tacto y el sentido del olfato, hay que respirar la sutileza de los aromas, como último paso, lo metemos a la boca y dejaremos que se funda en nuestra lengua y seremos capaces de reconocer todo de aquel trocito del cielo.  A través de la vista, se valora la uniformidad del color; la ausencia de zonas blanquecinas, la tonalidad y el brillo. A través del tacto, se comprueba la ductilidad del chocolate presionándolo con los dedos pulgar e índice para apreciar su capacidad de modelarse con el calor corporal. Se rompe el chocolate, primero con las manos y después con los labios para comprobar la granulosidad, la ligereza y la textura. A través del olfato, se debe encontrar los aromas primarios o lo característico del cacao y también los secundarios, o sea, los que aportan otros ingredientes y el propio proceso de elaboración.